Los astrónomos han podido monitorear las ondas de sonido de una estrella a 100 años luz de distancia y encontraron un ciclo magnético análogo al ciclo solar de nuestro Sol. "A medida que avanza a través de su ciclo de puntos estelares, el tono y el volumen del timbre cambia en un patrón muy específico, moviéndose a tonos más altos con un volumen más bajo en el pico de su ciclo magnético".
El equipo examinó las fluctuaciones acústicas de la estrella, utilizando una técnica llamada sismología estelar. El equipo espera evaluar el potencial de otras estrellas en nuestra galaxia para albergar planetas, incluidos algunos quizás capaces de mantener la vida.
"Comprender la actividad de las estrellas que albergan planetas es necesario porque las condiciones magnéticas en la superficie de la estrella podrían influir en la zona habitable, donde podría desarrollarse la vida", dice el científico principal del estudio Rafael CEA-Saclay, autor principal del estudio.
Los científicos estudiaron una estrella conocida como HD49933, que se encuentra a 100 años luz de la Tierra en la constelación de Monoceros, justo al este de Orión. Mediante la sismología estelar, detectaron la firma de "manchas estelares", áreas de intensa actividad magnética en la superficie que son similares a las manchas solares. Si bien los científicos han observado previamente estos ciclos magnéticos en otras estrellas, esta fue la primera vez que descubrieron dicho ciclo utilizando este método.
"Hemos descubierto un ciclo de actividad magnética en esta estrella, similar a lo que vemos con el Sol", dice la coautora y científica del NCAR Savita Mathur. "Esta técnica de escuchar las estrellas nos permitirá examinar potencialmente cientos de estrellas".
HD49933 es mucho más grande y más caliente que el Sol, y su ciclo magnético es mucho más corto. Mientras que encuestas anteriores de estrellas han encontrado ciclos similares al ciclo de 11 años del Sol, esta estrella tiene un ciclo de menos de un año.
Estudiar muchas estrellas con sismología estelar podría ayudar a los científicos a comprender mejor cómo los ciclos de actividad magnética pueden diferir de una estrella a otra, así como los procesos detrás de dichos ciclos. El trabajo podría arrojar luz sobre los procesos magnéticos que ocurren dentro del Sol, fomentando nuestra comprensión de su influencia en el clima de la Tierra. También puede conducir a mejores predicciones del ciclo solar y las tormentas geomagnéticas resultantes que pueden causar una interrupción importante en las redes eléctricas y las redes de comunicación.
Los científicos examinaron 187 días de datos capturados por la misión espacial internacional Convection Rotation and Planetary Transits (CoRoT).
Este ciclo corto es importante para los científicos porque puede permitirles observar un ciclo completo más rápidamente, obteniendo así más información sobre los patrones magnéticos que si solo pudieran observar parte de un ciclo más largo.
Fuente: NCAR