La sonda de ADN de la momia "alienígena" puede haber cruzado líneas éticas

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La cabeza severamente alargada de un esqueleto preservado que se encontró en el desierto de Atacama en Perú en 2003 es tan inusual que inicialmente incitó a las personas a sugerir que el cuerpo diminuto era el de un extraterrestre.

Desde entonces, las pruebas de ADN confirmaron que los restos, que miden aproximadamente 6 pulgadas (15 centímetros) de largo, pertenecían a un feto humano que los investigadores llamaron Ata. Pero los científicos que realizaron esa investigación y publicaron sus hallazgos en marzo recientemente han sido criticados por sus métodos.

Ayer (18 de julio), otro grupo de investigadores presentó una evaluación del estudio anterior, publicando un análisis en el International Journal of Paleopathology. Criticaron la investigación previa, sugiriendo que sus conclusiones sobre las llamadas anormalidades del esqueleto, como las costillas faltantes, reflejaban una comprensión incompleta del desarrollo fetal normal. Esa interpretación errónea de los restos llevó a los científicos a proceder con la extracción de ADN que dañó parte del esqueleto. Su investigación, que no incluyó ningún investigador chileno, puede haber eludido los protocolos que típicamente monitorean la ética de la investigación realizada con restos humanos, ya que su publicación omitió "una declaración ética suficiente o un permiso arqueológico", Kristina Killgrove, coautora del nuevo estudio y profesor asistente de antropología en la Universidad de West Florida, escribió en un artículo para Forbes.

En el nuevo artículo, los autores señalaron que el cráneo y el cuerpo de aspecto inusual de la momia no eran necesariamente el resultado de "anomalías", como lo sugirió la investigación previa. Más bien, el cráneo podría haberse alargado por el parto vaginal del feto prematuro, mientras que el calor y la presión bajo tierra después de que el cuerpo fue enterrado podría haber comprimido aún más el cráneo, informaron los científicos.

Los autores del nuevo análisis también cuestionaron la sugerencia de la investigación anterior de que "nuevas mutaciones" podrían explicar el tamaño de la momia. Los autores señalaron que el desarrollo esquelético a la edad sospechada del feto, 15 semanas, no se habría visto afectado por las variantes genéticas que los investigadores describieron en el estudio anterior.

Debido a que se cree que los restos tienen solo unas pocas décadas de antigüedad, estudiarlos plantea preocupaciones éticas que el estudio de marzo no abordó adecuadamente, dijeron los científicos en el nuevo estudio. Además, como la extracción de ADN puede destruir algunos de los tejidos del cuerpo, normalmente se aplican restricciones adicionales para dicho examen. Y no está claro en el estudio anterior que se requiera un muestreo de ADN para comenzar, dijeron los investigadores.

"Desafortunadamente, no hubo una justificación científica para llevar a cabo análisis genómicos de Ata, porque el esqueleto es normal", escribieron los autores en el nuevo estudio, y agregaron que las pruebas de genoma completo realizadas anteriormente "eran innecesarias y poco éticas".

"Advertimos a los investigadores de ADN que se involucren en casos que carecen de contexto claro y legalidad, o donde los restos han residido en colecciones privadas", concluyeron los autores del estudio.

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